Libro de Nod (Parte 4 de... pues... otras más)

"Raise your swords up high
See the black birds fly
Let them hear your rage
Show no fear... Attack! "
Cry of the Black Birds (Amon Amarth - With Oden on our side)

Bueno ya me siento con ganas de seguir, bueno y para no volver con la cola entre las patas les traigo lo que vino despues con Caín, asi que ojalá y lo disfruten, por cierto el libro de las cronicas de Caín se los dejaré en el último post, puesto que es lo mismo pero diferente, si me dijeran que es fiel mi escrito con el original yo les diria:
"Te mentiria si te dijera la verdad"©

El cuento de Zillah

Entrando de lleno a lo que fue de Caín, contaré a lo que se refiere de la primera mujer de éste, aquella con la más tersa piel, los ojos más vivos y brillantes y la más dulce sangre que se probaría desde su ‘despertar’…

Se dice de una dama por la que Caín daba la vida, aunque nunca se dio cuenta del amor que le tenía, además de ser fría como el hielo tanto que ningún regalo, ofrenda, sacrificio, ropa, escultura o delicia culinaria pudiese dar alguna oportunidad a acercarse a ella, ésta se llamaba Zillah.

Todo parecía imposible, Caín le pensaba ansiosamente cada noche y le contaba a la luna cada proeza que haría por su amor, lo hacía cada noche hasta que encontró a una bruja que le cantaba a la luna… a quien le preguntó por qué le cantaba en ese lugar, y al parecer, bajo un velo de luz con el que sorprendía la luna en ese instante alzó la mirada dirigiéndose a nuestro personaje y cogiendo un poco de aliento le dice:
“Porque suspiro por aquello que no puedo tener…”
Al sentirse identificado un momento, Caín le dice: “¿Qué podríamos hacer? Tan despreocupadamente, como si se conocieran de antaño, y por un momento se dibujó en el rostro de aquella bruja una retorcida sonrisa que en ese momento pasó inadvertida para Caín, lo que no sabía sería que eso le costaría mucho. La bruja acercándose lentamente le dice amablemente que beba de su sangre y que retorne a ese mismo lugar la noche siguiente para ver que le encomienda la luna, el padre de vástagos siguió la instrucción y bebió de la sangre de la dama y bajo la noche venidera avistó a la buja durmiendo en ése lugar sobre una roca, a lo que no le pareció un gusto a Caín y frunciendo el ceño se para a un costado de donde reposaba y le intenta despertar para saber su solución, la dama apenas abre un ojo para mirarle bien cuando le dice:
“Estoy soñando con tu solución. Bebe de mi otra vez”
A esto le añadió una pequeña encomienda que parecía insignificante pero curiosa, puesto que no dijo para que la necesitaba, no podía pensar para que necesitara un cuenco de cerámica y un cuchillo afilado pero aún así no le prestó atención y se dirigió por los utensilios y luego a esperar para la siguiente noche, “entonces tendré tu solución”, éstas palabras resonaron en la cabeza de Caín hasta la noche siguiente.

A la noche siguiente como lo prometido, llegó Caín a su encuentro y le recibió la bruja con unas cálidas palabras: “Sea bienvenido señor de las bestias”, luego de esto le pide que beba de nuevo de su sangre, pero ésta vez sobre el cuenco de cerámica y mezclándolo con bayas y yerbas que le proporcionó la bruja, y mientras preparaba el elixir la bruja le susurraba encantadoramente:

“Serás irresistible… Serás potente… Serás dominante… Serás ardiente… Serás candente… El corazón de Zillah se fundirá, como la nieve en primavera”.

Y cegado por el amor que le tenía a Zillah bebió aquel elixir que tenía en sus manos, todo de un solo trago… hubo un profundo silencio y luego rompiéndose éste, una risa, la carcajada de la bruja resonó en todo el lugar, ¡ella lo había engañado! ¡Ella lo había atrapado entre sus garras!, ante tal engaño, Caín recurrió a los poderes que previamente había adquirido, e intentando arrancarle las entrañas en ése momento, pero a la voz de la bruja, Caín se detiene… se paraliza… y sin saber porque… obedeció…

Al paso de un instante rió de nuevo y le ordenó: “ámame”, y sin poder reaccionar ante esta nueva proposición no tuvo más remedio que seguir obedeciendo, y cuando creía que lo había perdido todo terminó siendo aún peor… su siguiente voluntad fue algo inesperado que quisiera jamás haber escuchado… “Hazme inmortal”.

Luego la bruja sintió los brazos de Caín alrededor de ella y le dijo suavemente al estar junto a él:
“Te he hecho poderoso,
Caín de Enoch, Caín de Nod,
Pero siempre estarás atado A mí.
Te he hecho señor de todos,
¡Pero jamás me olvidarás!”

Y luego… todo aquel que bebió de su sangre se ató a él, así como él se había atado a aquella bruja y aún cuando el amor de Zillah ya le pertenecía no pudo dejar de pensar en esta trampa en la que había caído, desde ese instante poseía su nueva habilidad de dominio pero sacrificó todo lo demás de su vida… su alma, y la bruja quedaba en la oscuridad fabricando mas pociones de salud para su nuevo ‘amado’.

Así fue como Caín llegó con su amada Zillah a quien le dio de beber de su sangre, esa noche empezó lo que más deseaba, era el primer paso para conseguir que le viera y se enamorara de él, y por las dos noches que le secundaran ella bebió nuevamente de la sangre de Caín, y en su tercer noche dio a conocer que se casaría con ella.